La fachada es la carta de presentación de cada edificio, ya que suele ser la única parte que se ve desde el exterior. Pero las fachadas no cumplen solo con funciones estéticas, sino que también deben ser funcionales al conjunto de la construcción, actuando como aislante térmico y acústico e impidiendo filtraciones de agua. Por eso es recomendable conservar el buen estado de la misma.

La rehabilitación de fachadas puede ser puntual (frentes de forjado, terrazas, etc.) o integral (con andamios tubulares europeos o descuelgue vertical).

Lo mismo que pasa con las fachadas, pasa con los patios. Los patios interiores, al ser espacios de uso privado y estar en zonas poco visibles, son unas de las rehabilitaciones que más tarda en realizarse en comunidades de vecinos. Es importante que para evitar su deterioro, se hagan las reparaciones necesarias en los momentos oportunos y evitar que los agentes exteriores puedan producir grandes deterioros.